El reglamento de seguridad para instalaciones frigoríficas

By 19 julio 2016 febrero 3rd, 2020 Eficiencia Energética

Reglamento de seguridad para instalaciones frigorificas | T-Soluciona

El Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero, por el que se aprueba el reglamento de seguridad para instalaciones frigoríficas y sus instrucciones técnicas complementarias (RSIF), nació por la necesidad de adaptar esta materia al marco normativo europeo y con el objetivo de ajustarla, igualmente, a las nuevas exigencias legales sobre medio ambiente y eficiencia energética.

Hay que tener en cuenta que el anterior reglamento databa de 1977. Habían transcurrido más de tres décadas, con notables avances tecnológicos y reformas legislativas incluidas. Así las cosas, resultaba imprescindible esta actualización, cuyas novedades más significativas son:

Incremento de la seguridad y protección medioambiental

El nuevo RSIF enfatiza la necesidad de incrementar la seguridad de personas y bienes, así como de reducir los efectos negativos de las instalaciones frigoríficas sobre el medio ambiente.

La nueva norma establece, por tanto, el marco reglamentario necesario para lograr que dichas instalaciones sean más seguras, consuman menos energía y sean menos contaminantes, sin que estos aspectos impliquen necesariamente para los usuarios un mayor gravamen.

El Real Decreto que nos ocupa, junto con el 795/2010, de 16 de junio, por el que se regula la comercialización y manipulación de gases fluorados y equipos basados en los mismos, supusieron un esfuerzo decidido, por parte de las administraciones, en la lucha contra el uso de este tipo de gases y en defensa del medio ambiente.

El RSIF clasifica las instalaciones frigoríficas en función de la carga de refrigerante que contienen, privilegiando a los sistemas más ligeros. Así, a estos últimos se les exigen menos requisitos para la instalación, legalización y mantenimiento.

Desde T-Soluciona, como representantes de Alfa Laval o Teva, ofrecemos la posibilidad a nuestros clientes de adquirir condensadores evaporativos, aerocondensadores, evaporadores y recuperadores de energía, equipos precisos a la hora de acometer una instalación de climatización o refrigeración, en los ámbitos doméstico e industrial, siguiendo las premisas marcadas por el RSIF que entró en vigor el 8 de septiembre de 2011 y el resto de normativa complementaria.

Sistemas compactos, semicompactos y ejecutados in situ

Los equipos compactos son aquellos que han sido montados, cargados y probados en la fábrica. Se instalan de una vez, en paredes o techos, sin necesidad de conectar piezas entre sí que contengan refrigerante.

Por su parte, los sistemas semicompactos se construyen en fábrica y se transportan en piezas. No se montan in situ elementos con refrigerante, a excepción de las válvulas de interconexión y pequeños segmentos de tubería, con el objeto de cerrar por completo el correspondiente circuito frigorífico.

El resto de sistemas quedan englobados dentro de la categoría “ejecutados in situ”.

Los sistemas compactos y semicompactos vienen configurados de fábrica, para funcionar con una carga reducida de refrigerante y para ser más eficientes desde el punto de vista energético. Así las cosas, la tendencia actual del mercado apunta a este tipo de instalaciones, también por la simplificación que supone su instalación y legalización.

Sistemas de refrigeración excluidos

Quedan excluidos del ámbito de aplicación del reglamento los sistemas compactos con carga de refrigerante (grupo L1) inferior a 2,5 kilogramos, a 0,5 kilogramos en el caso de refrigerantes del grupo L2 y a 0,2 kilogramos en el de refrigerantes L3.

También quedan al margen de la norma las instalaciones de medios de transporte terrestre, marítimo y aéreo y los sistemas secundarios para bienestar térmico de personas en edificios.

Clasificación por riesgo potencial

El R.D. 138/2011 divide en dos niveles (1 y 2) las diferentes instalaciones frigoríficas, en función de los sistemas que pueden implementar, mantener, reparar, cambiar o eliminar.

Las instalaciones deben cumplir unos requisitos de instalación y someterse a unos controles diferentes, según el nivel al que pertenezcan.

El RSIF, en definitiva, vio la luz con la triple misión de potenciar la seguridad, la eficiencia energética de las instalaciones y la protección del medioambiente. En T-Soluciona no permanecemos ajenos a tales objetivos, pues ofrecemos servicios avanzados y productos para sistemas de climatización o refrigeración altamente eficientes, cada vez más sostenibles y comprometidos al cien por cien con la seguridad. No en vano, las marcas de las que somos representantes oficiales, Teva y Alfa Laval, son referentes en la fabricación de este tipo de componentes a nivel internacional.

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